martes, 21 de agosto de 2012

Minería como motor de desarrollo

Los productos minerales siguen siendo, parte indispensable de todos los bienes que la humanidad necesita para vivir y desarrollarse. Por ejemplo, un celular común posee en su interior más de 160 minerales, incluyendo oro, plata, mica, talco, sílice, carbonato cálcico, caolín, trona, cromo, níquel, molibdeno, vanadio, cobalto, wollastonita y arcillas; y también incide directamente en la producción de bienes tan dispares como alimentos –a través de fertilizantes, herbicidas y plaguicidas–, bienes culturales –pinturas, tintas, ingredientes de papel, computadoras, herramientas de todo tipo, sistemas de audio y video–, indumentaria, insumos y equipamiento para la salud, utensilios del hogar y hasta la mayoría de los productos para nuestras mascotas, desde componentes de alimentos balanceados hasta collares, vacunas y juguetes.
Otros ejemplo es el automóvil promedio, que contiene una tonelada de hierro, 100 kg de aluminio y 19 kg de cobre, y el modelo híbrido, más ecológico, necesita el doble de cobre, casi 34 kilos. Y dos ejemplos más: una turbina que produce 2 MW de energía eléctrica, tiene más de 300 toneladas de acero, 5 de cobre, 3 de aluminio y requiere el uso de 1.200 toneladas de concreto, para el que se necesitan cal y piedras;  las lámparas de bajo consumo necesitan bauxita, plomo, cobre, caliza, níquel y fósforo. Y así podrían enumerarse incontables elementos que en la actualidad consideramos de uso diario.
La minería genera el 45% del PBI mundial, directamente o a través del uso de productos que facilita a otras industrias. Esto es así porque los ingresos que genera la industria minera contribuyen con el 11,5% del PBI global, los servicios a la minería con el 21 a 23% y los fertilizantes para agricultura, el fuel para transporte y los materiales para la construcción, combinados, llevan a que la contribución supere el 45%.
Mark Cutifani, CEO de AngloGold Ashanti señaló en la reciente conferencia Mining for Change realizada en Johannesburgo (Sudáfrica) en este contexto que “mucho menos del 1% de la superficie de la superficie de la Tierra está dedicada a la minería, consume menos del 1% del agua mundial, y los productos extraídos ayudan incluso a purificar mucho más el agua. Además, la minería emite menos del 3% de los gases de carbono en el mundo”.
Los tres minerales de mayor demanda global se producen, en mayor o menor medida, en Latinoamérica: ellos son el carbón, el cobre y el mineral de hierro. La minería es una gran generadora de demanda laboral intensiva y proveedores locales, y su impacto en el mercado laboral es enorme; también lo es en la actividad económica local, impulsando la multiplicación de proveedores de la enorme diversidad de bienes y servicios que requiere; en la educación, motorizando la formación de profesionales; y por sobre todo en las comunidades, generando desarrollo y un mejor futuro.

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